Te cuento un poco acerca de mi camino profesional y personal. Desde pequeña se me daban muy bien las artes plásticas, pero no era capaz de memorizar nada; tenía dislexia, pero en los 80 se decía que ‘no eras válida para los estudios’. Me formé en Artes Plásticas y Gráfica Publicitaria, y dediqué muchos años al mundo editorial, con el que aún sigo recibiendo clientes porque me encanta.

Sin embargo, un momento de crisis hace más de 14 años, en el que experimenté un bloqueo lumbar, me llevó a explorar diferentes tipos de terapias, tanto físicas como emocionales, para encontrar la forma de ‘curarme’ de ese dolor ‘físico’. En ese proceso, tuve un despertar de consciencia y entendí de una manera profunda que una emoción tapada, no reconocida, puede dar lugar a un síntoma físico o a una vida que no nos gusta.

Gracias a este descubrimiento y a mi búsqueda por entender la vida, no me he vuelto a sentir separada de mi cuerpo y de mi vida. ¿Por qué te cuento esto? Porque sé que cuando hay algo en la vida que no nos va bien o tenemos un dolor físico, surgen emociones que normalmente no queremos sentir. Y cuando no les damos un espacio para escucharlas, es cuando el cuerpo o la vida nos da señales para que las miremos.

Mi camino actual está unido profundamente a la espiritualidad, la naturaleza y la comprensión de la vida. No soy psicóloga (lo intenté), pero sentí que debía hacer mi propio camino personal y ponerme al servicio de las personas desde mi autenticidad, compasión y amor hacia el bienestar de la vida y, sobre todo, para conectar con la felicidad que nace de nuestro interior.